viernes, 21 de septiembre de 2007

Funzionismo

Unos amigos del Barón (que se autodenominan Kolectibo Funziona) le han remitido, para su difuzión, el MANIFIESTO FUNZIONISTA. Es interesante. El Barón lo publicará en breve, pero, para ir abriendo boca, enseña un ejercicio que muestra por dónde van los tiros (y anima a sus invitados e invitadas a enviar sus obras maestras, inspiradas en los principios del Kolectibo):

Instrucciones para crear una obra funzionista:
Paso primero: Tómese una imagen famosa y fácilmente reconocible. Por ejemplo, la bandera de Iwo Jima (sí, ya sabemos que en sí misma es un montaje, pero esto no hace sino aumentar la carga provocadora del ejercicio):


Paso segundo: Ahora, piénsese en sustituir alguno de los elementos clave de la imagen por otro cuyo valor resida en ser antinómico, contradictorio o metafórico en relación a la carga simbólica implícita en la imagen real. Por ejemplo, se podrían sustituir los soldados por hamburguesas. Pero más fácil (esto es un ejemplo), es sustituir el otro elemento clave: en este caso, la bandera. Una opción sería trocarla por la bandera del Japón, lo que introduciría un elemento cómico y reivindivativo en la obra. Nosotros optamos por la siguiente:



Y ya está: el Kolectibo Funziona no oculta las similitudes de su propuesta con la literatura huiqui. Tampoco oculta que su propuesta tiene más salidas a la hora de comercializar sus productos (aunque puede haber problemas con los derechos de autor, qué duda cabe). Y, en este caso, tampoco oculta su desilusión por haber encontrado, durante el proceso de ejecución, esta otra imagen (que, además, ha servido de base para el ejercicio):


No obstante, el KF cree que reproducir ambas imágenes puede servir para clarificar la diferencia entre funzionismo y pastiche (éste estaría más próximo al concepto huiqui).

El Barón anima, una vez más, a sus huéspedes a que saquen el artista que llevan dentro y envíen sus pequeñas obrillas a esta página. Se garantiza su reproducción (no su éxito).

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Redonda

El retiro ha funcionado. Hacía mucho tiempo que las aguas interiores del espíritu no reflejaban la luz del sol con esta nitidez. Tras la calma volverá la íntima tempestad, así que carpe diem.
Más esperanzadora es la renacida pasión del Barón por el dibujo. Un impulso incontrolable le ha llevado a cinco kilómetros del pueblo, y allí ha levantado el vuelo su pasión adormecida, como los buitres que revolotean a su alrededor. Sensaciones aletargadas han vuelto a la vida: la mano que acelera el corazón, el sonido de la mina rasgando el papel, y, sobre todo, el fluir del tiempo, que se detiene; sesenta minutos de entrega.

El Barón se ha hecho el firme propósito de recuperar su tiempo para ello: la muestra no es gran cosa, pero posee un gran valor sentimental, además de ser lo que es: un apunte del natural sin retoques posteriores ni trucos digitales.



viernes, 7 de septiembre de 2007

Paisajes

La Razón de Van Gogh se prejubiló porque su frenético pincel fue capaz de reproducir la aceleración de su mente, reflejo de la aceleración de la historia, y su producto estrella: una realidad fragmentada en pedazos de materia pictórica. La visión simultánea de un mundo en extinción (las labores del campo, las casitas y cabañas, los campos de trigo a merced del viento...) y de un mundo en eclosión (las casas nuevas, los urbanitas excursionistas...) fue captada mediante una mirada descompuesta, pero él fracasó al intentar recomponer esa realidad rota en su propio cerebro.

La Mirada de Richard Estes es posmoderna: todo encaja en sus composiciones, porque la propia realidad es vivida como un caos de reflejos, materiales, señales, iconos, números y letras. Su pincelada es precisa y llana porque el caos surge de la propia vida: él no tiene más que reproducirla tal cual es, y su cerebro permanece a salvo. Todo el tiempo pasado y presente está ahí, y aun el futuro, encarnado en grúas, en edificios en construcción, y, sobre todo, en la propia actitud de sus personajes, captados en un instante único pero que siempre van-hacia-algún-lugar-a-hacer-algo. El mundo actual no genera neurosis, las asimila y reconvierte en una potencia más de la vida: compulsión y desenfreno.