Porque Souvenir fue una canción que impactó en el joven Barón, cuando éste sólo contaba diez añitos. La utilizó TVE para anunciar algún tipo de evento deportivo de invierno (unas olimpiadas, o un campeonato del mundo) y, desde entonces, asocia esta música con una pareja de patinaje artístico. Poco que ver, por lo tanto, con el contenido del vídeo.
Porque el Barón es adicto a este tipo de recuerdos que resurgen del archivo de nuestra memoria porque sí, sin causa aparente. El caso es que lleva dos días rumiando este tema en su mente (hay que reconocer que es pegadiza).
Porque esta búsqueda ha conducido al Barón a redescubrir también el vídeo, que no deja de ser interesante. Sobre un escenario bucólico, sólo tres elementos clave (un estanque, un templete y un Wolkswagen de destino sospechado pero no explícito hasta el final) y dos personajes masculinos (los del grupo, claro). De la narrativa visual se desprende un espíritu homoerótico.
La correspondencia con la letra de la canción es susceptible de interpretaciones varias. Dice algo así como "es mi dirección, es mi propósito, es tan duro, me está llevando por el mal camino. Mi obsesión es mi creación, lo entenderás, no es importante ahora. Todo lo que necesito es coordinación. No puedo imaginar mi destino, mi intención. Pregunta mi opinión, pero no hay disculpa. Mis sentimientos aún permanecen. Mis sentimientos aún permanecen" aunque por los gestos del cantante no lo parezca.
En cualquier caso, es extraño que los miembros del grupo se enojaran porque el vídeo daba una imagen equivocada de su sexualidad (¿y quién no recuerda Enola Gay?).
Cómo eran los ochenta...
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4 comentarios:
¿dudas primaverales sobre orientación sexual, señor barón?, primero el poema, luego el video.....
Ahora sin maldad, y en palabras del amigo Willian: "No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino".
Mi gozo en un pozo, amigo jabalí. No era mi intención escribir un poema sobre la orientación sexual; ni siquiera escribir un poema. En realidad, pretendía ser una especie de pensamiento terminal de un esquizofrénico tras su intento de suicidio .Así que tengo que admitir mi fracaso como escritor, aunque, por otro lado, sea interesante la lectura que propones. Tendré que leerlo yo también a través de ese prisma.
No deja de sorporenderme tu agudeza.
¡Es usted grande, amigo jabalí! Ha llegado más lejos en la interpretación del texto que el propio autor. ¿Como no iba a ser así? No me había planteado que el "otro yo" del moribundo pudiese tener una tendencia sexual distinta al Ego, pero es muy posible que sea así.
No es agudeza, es maldad
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