Nuevo minifragmento homenaje a este día (capítulo 4):
Solemne, el flaco Gustavo Pintos apareció en lo alto de la roca, llevando una palangana, y encima, cruzados, un espejo y una gillete. Había brisa del norte, por lo que la toalla, que era blanca, permanecía pegada a su espalda. Elevó en el aire la palangana y entonó:
"Introibo ad altare Dei".
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