El trato que Fenosa Gas Natural dispensa a sus usuarios me reafirma en una idea básica: bajo una amalgama de marcas e imágenes de marca, se esconde una misma bestia, poderosa. Cuando por un puñado de euros de una deuda contraída por inquilinos anteriores son capaces de dejarte sin suministro eléctrico, te están recordando quién es el amo y quién el súbdito, y, de paso, te están sugiriendo que los grandes capitales siempre se han apoyado, y se apoyarán, en el robo y la extorsión. Me río de lo que algunos llaman "regímenes totalitaristas", al lado de lo que significa la tiranía del capital.
Ahora que Europa, como EEUU, se inclina poco a poco hacia una escenario de odio que sólo conocíamos por las historias de nuestros abuelos, o por libros y películas, me viene a la mente una conocida frase de Brecht, al término de la 2ª Guerra Mundial: "el cachorro ha muerto, pero la madre sigue viva".
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