miércoles, 23 de junio de 2010

Dice Pepe Blanco que nos vayamos preparando para pagar en las autovías, y que "se acabó la cultura del todo gratis". Yo pagaría con gusto por darle lo que se merece y demostrarle que hablar, a veces, tampoco debería ser gratis.

jueves, 17 de junio de 2010

miércoles, 16 de junio de 2010

Bloomsday

Nuevo minifragmento homenaje a este día (capítulo 4):

Solemne, el flaco Gustavo Pintos apareció en lo alto de la roca, llevando una palangana, y encima, cruzados, un espejo y una gillete. Había brisa del norte, por lo que la toalla, que era blanca, permanecía pegada a su espalda. Elevó en el aire la palangana y entonó:
"Introibo ad altare Dei".

viernes, 11 de junio de 2010

Ça commence aujourd'hui

"El fútbol, en tanto juego regido por normas, puede tener una dimensión de evasión de la realidad, como algunas religiones, de embrutecimiento masivo y enajenación funcional al statu quo; sin embargo, esta dimensión de "opio" puede contrastarse con el lado lúdico, de fiesta, de exaltación y liberación de sentidos que coadyuva a sobrellevar una realidad cotidiana llena de incertitudes, inseguridades y opacidades. Siendo sólo un juego de pelota, el fútbol incide en la vida".

Párrafo final de un artículo interesante.

viernes, 4 de junio de 2010

Nuevo fragmento de "Ardora"


Asistí al derrumbe de las Torres Gemelas mientras comía un sándwich vegetal en el bar que hay en la calle paralela a donde está la Consultora. Había pasado casi todo el verano y no sólo no había resuelto nada, sino que mi vida se había ido enroscando como un erizo ante la amenaza externa. En consecuencia, no me afectó demasiado ver caer al vacío y despedazarse contra las aristas de los edificios los cuerpos de aquellos que optaron por la salida rápida a una situación en la que, ni en la peor de sus pesadillas de la noche anterior, habrían imaginado encontrarse. La televisión nos transmitió el acontecimiento en directo, y recuerdo la expectación que había en el bar, los comentarios de los espectadores que sabían que se encontraban ante uno de esos raros momentos comunes que todo el mundo guarda en su memoria para siempre. En la pantalla aparecían gentes heridas y desconsoladas, bañadas en lágrimas y cubiertas de polvo de hormigón,

como recién salidas de un naugragio de sangre.