lunes, 10 de noviembre de 2008

Una pequeña frustración

Placebo, de momento, seguirá siendo Placebo. Ahora que, inspirado por la preparación de las vacaciones de Navidad, el Barón había encontrado el título perfecto para su engendro novelístico-esperpéntico en marcha, descubre que tal título ya existe, publicado por Planeta en 1975, escrito por Ángel Palomino y, lo que es peor, con una temática semejante (aunque ambientada en otros contextos). El Barón se dispone a buscar la susodicha novela y exorcizar así cualquier espíritu diabólico que pudiera anidar en las viejas columnas de libros apiladas en los almacenes de las librerías con solera. La intención es leerlo en esos días que darán carpetazo al año en curso, a buen seguro acompañados de sol, agua, naipes y otros pasatiempos menos inofensivos para nuestros hígados respectivos.

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