viernes, 7 de septiembre de 2007

Paisajes

La Razón de Van Gogh se prejubiló porque su frenético pincel fue capaz de reproducir la aceleración de su mente, reflejo de la aceleración de la historia, y su producto estrella: una realidad fragmentada en pedazos de materia pictórica. La visión simultánea de un mundo en extinción (las labores del campo, las casitas y cabañas, los campos de trigo a merced del viento...) y de un mundo en eclosión (las casas nuevas, los urbanitas excursionistas...) fue captada mediante una mirada descompuesta, pero él fracasó al intentar recomponer esa realidad rota en su propio cerebro.

La Mirada de Richard Estes es posmoderna: todo encaja en sus composiciones, porque la propia realidad es vivida como un caos de reflejos, materiales, señales, iconos, números y letras. Su pincelada es precisa y llana porque el caos surge de la propia vida: él no tiene más que reproducirla tal cual es, y su cerebro permanece a salvo. Todo el tiempo pasado y presente está ahí, y aun el futuro, encarnado en grúas, en edificios en construcción, y, sobre todo, en la propia actitud de sus personajes, captados en un instante único pero que siempre van-hacia-algún-lugar-a-hacer-algo. El mundo actual no genera neurosis, las asimila y reconvierte en una potencia más de la vida: compulsión y desenfreno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La razón ya se acabó.
Bendito Dios antes de irse
nos dejó sus cenizas de
cerrazón.

JORGE SOLANA AGUIRRE dijo...

Los colores del pensamento son extraidos por la mirada, la cual manipula al movimiento para crear un sentido, el cual pierde su forma y fuerza, quedando capturado en un oleo, por el tiempo.

JORGE SOLANA AGUIRRE dijo...

www.jorgesolana.blogspot.com

sinfonia infernal