lunes, 24 de marzo de 2008

Vulcanismo

No todas las erupciones
volcánicas son iguales.
Hay veces, cuando la lava
es viscosa, o cuando hay muchos gases
buscando una salida al exterior, en que la erupción es
explosiva, y la lava
sale acompañada de otros elementos
como ceniza,
lapilli
y grandes bloques de piedra volcánica
que parecía eternamente inamovible.
En ocasiones, pueden alterar la forma de la montaña,
y hasta destruirla,
pero el magma es incontenible. Otras veces, la lava
sale a la superficie y
fluye con naturalidad,
ladera abajo,
hasta
solidificarse
poco a poco.
El paisaje se transforma paulatinamente,
a lo largo de los siglos.
Otras lavas
vendrán para ocultarla,
pero la vieja lava petrificada
seguirá estando ahí,
en el subsuelo. Existente aunque no visible.
Quizás,
al cabo de mucho tiempo,
esas rocas se encuentren a profundidad suficiente
como para ser transformadas en magma y volver a la superficie.
Y puede que entonces la lava
sea más viscosa.
O que los gases acumulados
tengan más poder destructivo.


10 comentarios:

harmodio dijo...

¡Que viva la poesía científica!
A lo mejor inventas un sub.género de la épica... la poesía epico-epistemológica

Anónimo dijo...

Por d�os se�or Bar�n! deje de leer el Strahler, o lo que sea eso que lee, y b�squese alg�n entretenimiento menos doloroso para el alma; no s� releer Cumbres Borrascosas o alg�n otro novel�n rom�ntico que apacig�e esta temperamentalidad en la que se halla sumido y que tanto preocupa a sus fieles invitados.

Mediopelo dijo...

Querido Jabalí: todo esto no tiene que ver sólo con el temperamento melancólico del Barón, que también, sino, como dice Harmodio, con el nacimiento de un nuevo subgénero literario, la poesía épico-epistemológica, que bebe directamente de una nueva disciplina científica: la geología humana. En próximas notas puede que el Barón considere sus avances en este terreno suficientemente dignos como para compartirlos abiertamente con sus ilustres invitados, en lugar de ir dejando estas pinceladas inacabadas e incomprensibles.

Anónimo dijo...

Cristo!! esto es peor de lo que suponía ¿tiene Vd tila alpina en su saloncito?, no, no se preocupe mejor me tomo un Valíun...

Mediopelo dijo...

¿Tila alpina? Esto me recuerda las posibilidades de la orogenia...

Anónimo dijo...

y un poquito de vodka para trasegar el valiúm que parece se me ha quedado atravesado

Mediopelo dijo...

Querido Jabalí: es usted genial. Siga dándole ideas al Barón. ¿Vodka? Eso nos lleva a la tundra... Mañana toca el Permafrost!

Anónimo dijo...

esta bien ¡me rindo!:
Las manifestaciones termales superficiales son la prueba visual del calor encerrado en el interior de la Tierra pero a veces, como pasa en el Coto Mixto, el termalismo no está asociado al vulcanismo reciente sino a una circulación freática profunda por viejas fracturas y diaclasas.
El agua de lluvia se infiltra a través de una fractura y profundiza hasta que el gradiente geotermico natural hace subir su temperatura.
Como las fracturas se cruzan algunos flujos de agua aprovechan esas otras diaclasas para salir al exterior.
Parece que esta creando escuela señor barón

Mediopelo dijo...

Ah, mi querido Jabalí, muy interesante el contraste entre el agua, fluyendo a través de las diaclasas, cambiando rápidamente su temperatura, y esos materiales rocosos que componen la corteza, de movimientos lentos pero firmes. Sí, la verdad es que la geología humana es fascinante.

Anónimo dijo...

Mi ansiedad no tiene fin esperando su nuevo poema sobre el Permafrost:
Hielo, vapor, rocas abisales.... ¡estoy enganchado a su nuevo género!