viernes, 20 de junio de 2008

Agrigento (15 de junio de 2008)

Al sur de Agrigento se encuentra Porto Empedocle. Cuando entramos en la ciudad, un cartel nos lo anuncia: Porto Empedocle. Hasta aquí, todo normal. Lo curioso es que, bajo el nombre de la ciudad, hay otro nombre entre paréntesis: (Vigàta). No conocemos ningún caso en que la señal oficial de un núcleo de población, con su topónimo también oficial, recoja además su nombre ficticio, que sólo es producto de la imaginación de un escritor que suele situar aquí, en su ciudad natal, sus novelas. Sólo por esto, Montalbano ya parece más real. Puede que, andando el tiempo, la ciudad acabe cambiando realmente de nombre.
Montelusa (perdón, Agrigento) se encuentra un poco más al norte, hacia el interior. La visita es rápida, sólo para comprobar que, tras su horripilante máscara de bloques de edificios cincuenteros, aún conserva algo de espíritu.
Pero lo que nos ha traído aquí (aparte de una nueva visita a Scala dei Turchi) es el llamado Valle de los Templos: entre el telón de fondo del urbanismo funcionalista y el Mediterráneo. Lo primero que llama la atención es que el supuesto valle es, en realidad, una colina, una dorsal. El valle está entre la colina y la ciudad, y ahí es donde se sitúa la vieja ciudad grecorromana, que parece un tablero de ajedrez. ¿Por qué, entonces, llaman "valle" a una colina? ¿Es más expresivo? ¿Más poético? ¿Más evocador? ¿No suena bien "colina de los templos"?
La colina se extiende de oeste a este, bajando suavemente su altura. Toda ella está jalonada de templos, unos más reconstruidos que otros. La visita acompaña el declinar del sol: el atardecer embellece los materiales. Podemos imaginar cómo debió ser el gigantesco templo de Zeus gracias a la maqueta que se encuentra en el museo (que adivinen los invitados del Barón dónde se ha tomado la foto), rodeada de miles de piezas de todo tipo. Efecto perturbador.

Una vez más nos preguntamos: ¿no son esos horribles bloques que amenazan tragarse la colina, o el valle, el continuose del empezose de los griegos, como diría Mafalda?

PS: para los galegocompetentes, un cartel que promete (por si alguna vez se pasan por Agrigento):

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